FILOSOFIA DE LAS IMÁGENES (APUNTES INICIALES 1.1)
Por Guillermo Yáñez Tapia*
“Los “modos de imaginar” que portan las imágenes
responden a un modo de constituir al territorio,
desplegando el sentido y la lógica que se reconocen en él
con el solo hecho de enfrentarnos
a tal o cual tipo de imágenes.”
Filosofía de las imágenes (apuntes iniciales)
Entrada Blog ReVLaT: septiembre 3, 2020.
i. Las imágenes, para Vilém Flusser, son el modo en que accedemos al mundo. El hombre no puede sino imaginarlo mediante imágenes. En Flusser encontramos una doble articulación inicial mediante la cual llegamos a dar forma al mundo. La primera, es que alcanzamos con las manos los volúmenes dispuestos alrededor nuestro. La segunda, es que percibimos dichos volúmenes mediante la mirada. Dirá Flusser, que en ello nos encontramos con la praxis y la teoría, con la coordinación de las manos y los ojos. A partir de esa coordinación surgió la posibilidad en el hombre de aprender a mirar primero para manipular después. En otras palabras, a partir de esta particularidad fue capaz de hacer imágenes, de hacerse de mapas para orientarse en el mundo. Esto Flusser denomina a esto capacidad de abstraer. Dirá que la superficie, el plano de la imagen, es la abstracción en dos dimensiones de la experiencia espacio temporal. A dicha capacidad de abstracción la denominará imaginación. Flusser da esta aproximación respecto de lo que el denomina las imágenes tradicionales.
ii. El filosofo checo establecerá, en un esquema desarrollado en su más conocido libro, Für eine Philosophie der Fotografie –Para una filosofía de la fotografía– (Flusser, 2011), un recorrido que reconoce tres niveles: la imagen tradicional, la escritura y la imagen técnica. Flusser dirá que la imagen tradicional es el modo de orientarse en el mundo, sin embargo, dicha imagen se transforma en algún momento en pantalla, impidiendo abrirla para moverse por el mundo. Esto llevará, según piensa Flusser, a que el hombre olvide que fue él quien creó las imágenes para orientarse y será presa de la alucinación. Con el fin de superar esta crisis, el hombre comenzará a ordenar linealmente lo elementos de la imagen, píxeles (picture elements), y de ello irrumpirá la escritura lineal, entonces la historia. Los textos se constituirán, así, como la explicación de las imágenes tradicionales. Dará inicio a la lucha de la escritura contra la imagen. Sin embargo, la escritura también llegará a un punto en que ya no será posible imaginar los textos impidiendo, como consecuencia, poder acceder a las imágenes. Frente a esta nueva crisis se abrirá un nuevo tipo de imágenes que permita imaginar a los textos, la imagen técnica. Entenderá Flusser a la imagen técnica como aquella generada por aparatos que son la materialización indirecta de los textos científicos o tecnológicos.
“Ontológicamente, las imágenes tradicionales son abstracciones de primer grado en tanto que abstraen del mundo concreto, mientras que las imágenes técnicas son abstracciones de tercer grado, abstraen de textos que abstraen de imágenes tradicionales, que a su vez abstraen del mundo concreto. Históricamente, las imágenes tradicionales son prehistóricas y las técnicas son «poshistóricas» … Ontológicamente, las imágenes tradicionales significan fenómenos, mientras que las imágenes técnicas designan conceptos. Por lo tanto, descifrar imágenes técnicas significa reconocer dicha peculiaridad.”[1] (Flusser, 2011, p.13)
Si bien es cierto, muchos puntos elaborados por Flusser en torno a las imágenes y los textos dan para una aproximación crítica, creo que resultará productivo detenerse y analizar la concepción de imagen técnica.
iii. La imagen técnica deriva, afirma Flusser, de los textos científicos que requieren volver a ser imaginados. Este desplazamiento provocará que la historia sea superada en el sentido de superar la linealidad como modo de explicación de las imágenes tradicionales. Para ello, el texto científico deriva en el aparato el cual abrirá la superficie de la pantalla. Esta apertura se relaciona conque un código abstracto se hace imaginable.
A modo de ejemplo, basta recordar la irrupción del computador Macintosh. A finales del año 1983 aparecerá un anuncio en Nesweek en el cual se leía: «De los 235 millones de personas en Estados Unidos, sólo una fracción puede usar una computadora. Presentamos Macintosh, para el resto de nosotros». Esto hacía referencia a que los computadores, hasta ese momento, operaban bajo codificación, se ingresaban códigos en la pantalla para interactuar con el computador y sólo por expertos. Lo que hará Macintosh será desplegar una interfaz gráfica; la pantalla como una imagen interactiva. El aparato digital hará del código una imagen que hará imaginable su pantalla. Así la imagen técnica, mediante el aparato digital, hará de la escritura lineal un mapa interactivo. La imagen digital es una imagen que se despliega internamente como un mapa que cubre todo el territorio. El código (software) es visualizable, re-estableciendo el eterno retorno de todo lo disponible en los servidores y dispositivos interconectados; dicho re-establecimiento es potencial porque es imposible para cualquiera de nosotros interactuar con la totalidad de la base de datos disponibles. Este espacio (ciberespacio) digital es múltiple en el sentido que da Deleuze leyendo a Leibniz: “Lo múltiple no sólo es lo que tiene muchas partes, sino lo que está plegado de muchas maneras”(Deleuze, 1989, p. 11). La pantalla digital es el pliegue por excelencia, pero un pliegue que nunca se despliega completamente; un pliegue que está sujeto a la interacción para cada despliegue parcial.
iv. Vilém Flusser establece bajo el concepto de «imagen técnica» la totalidad de aparatos disponibles a partir de la irrupción del aparato fotográfico. Para él, todos estos responden al mismo proceso, es decir, la superación de la crisis de los textos mediante imágenes que puedan imaginarlos. En este punto, me separo de la línea argumentativa desarrollada por él pues hay una distinción que hacer entre los distintos aparatos, como cabría hacerlo con las imágenes tradicionales y los textos propiamente tal.
El aparato digital imagina a partir de un «modo de imaginar» distinto de aquel que podemos encontrar en el aparato fotográfico. El en el caso del aparato digital, el código es el que configura lo lumínico como un modo de aparecer, de hacer imaginable la pantalla. En el caso del aparato fotográfico, es la luz la que configura la visualización mediante la sensibilización del soporte fotográfico. Es la diferencia entre el píxel, en tanto punto iluminado mediante código y el grano de plata metálica obtenido luego de un proceso foto químico. La modificación del píxel es la modificación del código; la modificación del grano de plata es el “daño” material del registro mismo.
v. Flusser escribe respecto de la imagen técnica: “En cierta forma, se puede decir que los nuevos medios incorporan los textos a la pantalla. Llevando el tiempo lineal histórico de los textos al nivel de la superficie”[*] (Flusser, 2010, p. 110). El aparato imagina imágenes desde el código y hace de la imagen una pantalla que se abre a la inmersión interactiva. La peculiaridad de esto, hace pensar que la afirmación de Guy Debord anticipó este modo de operar del aparato digital que abre un modo de imaginar que se articula como un territorio en disputa: “La actitud de entrada exigida es aquella aceptación pasiva, obtenida efectivamente gracias a su manera de irrumpir sin réplicas, debido a su monopolio de las apariencias”[†] (Debord, 2006, p. 769). La pantalla digital exige la interacción para su despliegue, obliga a la inmersión como único modo de aparecer; la imagen técnica hace del mapa su territorio.
Referencias
Debord, Guy (2006). Œuvres. Paris, Francia: Gallimard.
Deleuze, Gilles (1989). El pliegue: Leibniz y el barroco. Buenos Aires, Argentina: Paidós.
Flusser, Vilém (2010). O mundo codificado: Por uma filosofia do design e da comunicação. São Paulo, Brasil: Cosac Naify.
Flusser, Vilém (2011). Für eine Philosophie der Fotografie. Alemania: European Photographie.
[1] Original: “Ontologisch sind die traditionellen Bilder Abstraktionen ersten Grades, insoweit sie aus der konkreten Welt abstrahieren, während die technischen Bilder Abstraktionen dritten Grades sind: Sie abstrahieren aus Texten, die aus traditionellen Bildern abstrahieren, welche ihrerseits aus der konkreten Welt abstrahieren. Historisch sind traditionelle Bilder vorgeschichtlich und die technischen «nachgeschichtlich» (im Sinne des vorangegangenen Kapitels). Ontologisch bedeuten traditionelle Bilder Phänomene, während die technischen Begriffe bedeuten. Technische Bilder entziffern heißt folglich, diese ihre Stellung aus ihnen herauszulesen.”
[*]Original: “De certa fonna pode-se dizer que esses novos canais incorporam as linhas escritas na tela, elevando o tempo histórico linear das linhas escritas ao nível da superfície.”
[†] Original: “L’attitude qu’il exige par principe est cette acceptation passive qu’il a déjà en fait obtenue par sa manière d’apparaître sans réplique, par son monopole de l’apparence.”
* Guillermo Yáñez Tapia es investigador en el Centro de Estudios Visuales NOiMAGEN (noimagen.net) y director de la Fundación para el Estudio de la Imagen y la Visualidad Contemporáneas, iViCON (ivicon.net). Es Dr. en Filosofía por la Universidad de Chile y Licenciado en Fotografía.