LA PRECARIEDAD COMO NORMA: SITUACIONES LABORALES DE ACTORES Y ACTRICES DE TEATRO EN LA PLATA
Por Jualiana Díaz*
En el año 2015, poco antes de las anteúltimas elecciones nacionales en Argentina, fue de público conocimiento la sanción de la Ley del Actor n° 27203. Esta ley, promulgada principalmente por el gremio de actores y actrices (la Asociación Argentina de Actores -AAA[1]-), se presentó como un intento de regular las condiciones laborales de actores y actrices en Argentina, tal como publicitó el siguiente spot.
De hecho, en una nota publicada por Emanuel Respighi en el Diario Página 12[2], la emoción de cuando la ley apenas llegó al Congreso, fue caracterizada de la siguiente manera:
Fue un día histórico para los actores y actrices argentinos. (…) Sobraron los abrazos. Se reconocían las sonrisas. No faltaron las lágrimas. La tan ansiada “ley del actor”, ésa por la que durante décadas el gremio actoral viene luchando para que sus afiliados tengan los mismos derechos que cualquier otro trabajador, finalmente llegará al Congreso en forma de proyecto.
Sin embargo, el brindis no traspasó el territorio de la capital de Argentina, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Si ahondamos un poco en lo que dice la Ley del Actor, vemos que fue pensada para regular las situaciones de aquellos que mantienen trabajos en relación de dependencia. Básicamente, la ley atiende a las modalidades de contratación y seguridad social de los sujetos (especificados en el primer artículo). No obstante, se trata de una ley que, por un lado, considera a los/as trabajadores/as como discontinuos, por lo cual, no contempla la posibilidad de garantizar estabilidad laboral, sobre todo en territorios donde no tienen sede las grandes productoras. Por otro lado, tampoco tiene en cuenta a los/as intérpretes cuyas obras no se produzcan a partir de un contrato de trabajo formal.
Algunos autores, como Rius-Ulldemolins (2014), han dejado en evidencia el centralismo que suele haber en las grandes capitales respecto a la producción cultural y artística. Sin poder hablar de toda la Argentina, me interesa aportar algunos alcances obtenidos sobre las situaciones laborales de actores y actrices en la ciudad de La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires, Argentina, durante el año 2018[3].
Existen distintos circuitos teatrales en los que actores y actrices pueden desempeñar su actividad como trabajo. Entre ellos, encontramos 1- teatro comercial que se realiza por productoras o empresas privadas y buscan una obra exitosa dentro de las lógicas actuales del mercado capitalista; 2- el teatro oficial que depende del financiamiento estatal y sus políticas de gestión; y 3- el teatro independiente, que se entiende a partir de su modo de producción autogestiva. Si bien acordamos con la crítica de autoras como Mauro (2018) en la que comprueban la inexistencia de una independencia total de este último circuito (ya sean fondos públicos o privados), es cierto que, en la ciudad de La Plata, el término independiente acarrea un sentimiento de pertenencia muy fuerte por el colectivo (del Marmol y otros: 2017). Por ese motivo, decidimos sostener el nombre independiente y no autogestivo, alternativo u off.
La mayoría de las obras de teatro platenses son producidas en el circuito independiente, pero eso no significa que solo circulen por esos espacios. Muchas veces ocurre que salas oficiales y/o comerciales compran funciones de obras producidas de manera independiente. Sin embargo, ese intercambio no garantiza mejores condiciones de trabajo. Un ejemplo es la difusión que circuló en el año 2018 dirigida a la Municipalidad de La Plata:
Fuente: Volante diseñado por Juan Manuel Fiuza.
Hemos observado distintos discursos en pugna sobre los significados que se aplican al trabajo actoral en teatro independiente. Mientras unos/as consideran que además de un trabajo precario, es un espacio de libertad expresiva y revolucionaria en términos estéticos, otros/as insisten únicamente en reclamar al Estado y al gremio, la garantía por mejores condiciones de trabajo. Dentro de las principales quejas, encontramos que la actividad conlleva pérdidas económicas (o ganancias extremadamente escasas), inestabilidad laboral, demasiada incertidumbre, y la educación formal[4] no garantiza posibilidades de insertarse en el mercado laboral.
Las situaciones laborales de actores y actrices platenses se perciben sumamente precarizadas, ahora, cabe preguntarnos ¿cómo es posible que perdure la precariedad? Si bien las percepciones sobre su ejercicio en teatro independiente no son homogéneas, recuperamos la cita de un actor local que explica lo siguiente:
(…) Me cuesta imaginarme un teatro nuevo que surja de un lugar que no sea el teatro independiente. Porque, en un ambiente no independiente, si no vendes el producto no lo haces. En teatro independiente lo haces, y a lo sumo no va nadie, pero lo haces igual.
Entonces, según esta visión, lo que hace valioso al teatro independiente en La Plata es la posibilidad de estar ocupado (laboralmente). No es tanto el deseo por participar del circuito independiente, sino por realizar la actividad donde sea. Al ser tan escasos los puestos de trabajo en otros circuitos dentro de La Plata, lo fundamental del teatro independiente parece ser la democratización de la actividad en tanto posibilidad de participar. Algo semejante comenta Juan Manuel Castiglione en el siguiente fragmento de un material de la obra de teatro El Fracaso, dirigida por Blas Arrese Igor:
Esta idea no se distancia del análisis que recupera Meda (2007), donde explica que el trabajo es central en la vida de los sujetos, no sólo para sostener la economía de un hogar, sino también a nivel subjetivo y psicológico. En una sociedad, dice la autora, cuya norma es el trabajo, la falta de el mismo puede ser caótica. Mientras hace poco tiempo atrás, el trabajo artístico era una actividad deseada con la que el ser humano se autorealizaba (Meda, 2007), hoy es la última metamorfosis del capitalismo (Menger, 2009) en la que reina la hiperprecarización y la incertidumbre de aquellos sectores sociales con posibilidad y decisión de afrontarla. Por todo esto, es fundamental tener en cuenta los estudios del trabajo artístico para comprender las transformaciones en curso de los mundos del trabajo.
Referencias bibliográficas:
Del Marmol, y otros (2017). Acá todos somos independientes. Triangulaciones etnográficas desde la danza contemporánea, la música popular y el teatro en la ciudad de La Plata. Revista de Humanidades y Ciencias Sociales: El Genio Maligno nº20. Marzo, pp.44-64.
Díaz, Juliana (2018) Los Discontinuos: Situaciones laborales de actores y actrices en teatro independiente platense (2018) (Tesis de grado). -- Presentada en Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación para optar al grado de Licenciada en Sociología.
Mauro, K. (2018). Entre el mundo del arte y el mundo del trabajo. Herramientas conceptuales para comprender la dimensión laboral del trabajo artístico. En Revista Telón de Fondo n°27, enero/junio 2018, pp. 114-143.
Méda, D. (2007). ¿Qué sabemos sobre el trabajo? En Revista de Trabajo. Nueva época. Año 3. Nº 4, pp. 17-32.
Menger, P. M. (2009). “L'art analysé comme un travail” Idées économiques et sociales 2009/4 N° 158.
Rius-Ulldemolins J. (2014). ¿Por qué se concentran los artistas en las grandes ciudades? Factores infraestructurales de localización, estrategias profesionales y dinámicas comunitarias. Revista Española de Investigaciones Sociológicas, n° 147, pp. 73-87.
[1] La delegación de La Plata se encuentra intervenida por la sede central de Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) desde el año 2014. Esto quiere decir que hace años, la delegación gremial de nuestra ciudad sigue sin llamar a elecciones, a pesar de los pedidos de actores y actrices de la zona.
[2] Disponible en https://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/281794-74403-2015-09-16.html
[3] Se trata de algunos avances de un estudio iniciado en mi tesina de grado con la que obtuve el título de Licenciada en Sociología y continúo en el marco del Doctorado en Ciencias Sociales (ambos estudios realizados en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata y dirigidos por las Doctoras Ana Bugnone y Mariana Busso).
[4] La mayoría suele estudiar en la Escuela de Teatro de La Plata (nivel terciario) o quienes pueden, viajan a CABA para estudiar en la Universidad Nacional de Artes. Además, realizan distintos talleres privados, principalmente en La Plata y/o CABA.
* Licenciada y Profesora en Sociología por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata (FaHCE, UNLP). Becaria doctoral CONICET en el marco del Doctorado en Ciencias Sociales (FaHCE, UNLP). Mail: julianadiaz345@gmail.com